Anhelo

En un hermoso bosque, ubicado en la región en el centro de la tierra, vivían los animalitos donde laboraban, festejaban y lógicamente descansaban. Ubicados en su nido el abuelo Búho le narraba cuentos al Mochuelo, a su hijo. Y le decía con entonado acento:¡desde hace mucho tiempo este territorio, se ha declarado del Dragón Azul, su templo, inundando hogares y ahogando el pasado, cambio de bosques, se ha decretado!

Se precisaron patas y colmillos, tiñendo de sangre la profecía de una paloma inclinada a las garras de este ser y su supremacía.

Los animales del imperio, tras cantidades de reuniones y revoluciones, ensalzados en el fuego edificaban por ocasiones en un sitio escabroso y húmedo que el dragón les ha designado como si fuera paralelo a su anterior vividero, por ser más barato y menos apreciado, superan la barrera líquida, con patas en tierra aprenden a navegar y cultivan el talud en carrera, con la esperanza de recolectar.

La infinita paciencia y temple de vigorosos músculos al labrar, debaten contra la ciencia y los frutos hacen exaltar.

El bosque se convierte en dispensario alimenticio de bosques y selvas cercanas, gozando de gran prestigio. Las arcas comienzan a aumentar. Entre murmullos, el dragón concede al bosque deseos, limosnas a algunos animales organizados, arcadas a los burócratas pájaros herederos. Estas palabras impuestas en las hojas más grandes de los árboles y gracias a las águilas y a los cardenales, en dos veces se cambiaron, dejando el resto de animales con menos.

Ahora todos los habitantes del bosque, actúan en cadena, creando el mejor vividero de lo que era arena, piedras y agujeros, se convierten en manantiales, fauna, flora y aquel bosque se va extendiendo. Los ratoncitos, las vías van creando, las vacas y los toros, arando y abonando, también ayudan a abonar los cerdos, la siembra se la dejan a los perros y los gatos de la cosecha, hacen su festejo.

Todos los habitantes avanzan al paso del tiempo, en salud del mundo, tienen el mejor centro, la educación se imparte en los más grandes y mejores dotados de los establecimientos.

La administración local cuenta con un magister, el conejo y once curíes para el concejo; todos debaten sobre el mejor porvenir sobre los habitantes del bosque y su progreso. Es grande la civilización que aquí se ha dado y el turismo hacia este bosque se ha desplazado, acrecentando más los bienes y la población aumentando, convirtiéndose en metrópoli del hemisferio y a pasos agigantados se siguen haciendo realidad todos sus sueños.

El mochuelo, atento a su abuelo, le pregunta: del bosque el nombre y su abuelo le responde, Anhelo…

Autor: Juan Diego Velásquez Gutiérrez

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