Encuentro con estrellas

encuentro con estrellas

 

Encuentro con “Estrellas”

María Raquel, abrió sus ojos y aspiró profundamente el  fresco aire de la mañana. Su bello rostro, se iluminó con los rayos del sol, que entraban por la ventana de su cuarto. —Es una esplendorosa mañana —se dice a sí misma, mientras se asoma a la ventana, para sorprenderse gratamente, ante un gran letrero que dice: FELIZ CUMPLEAÑOS RAQUEL.  Su infantil rostro, se adorna con una sonrisa.

Sí, hoy sábado, es su cumpleaños número 11; mañana domingo, vendrán sus familiares más allegados de Medellín, entre ellos, su tía madrina Amanda.  Ellos están muy interesados en recorrer el pueblo y sus alrededores; para ver las bellezas de las que tanto les habla Raquel.

Esa tarde, Raquel empieza a recorrer mentalmente, los lugares por donde llevará sus familiares a caminar, y es entonces, cuando se percata de algunos detalles, que por la costumbre de transitarlos diariamente, no le eran tan molestos.  Entre otros; que las aceras son tan estrechas, que solo cabe una persona, un grupo tendría que caminar en fila india, dificultándose así la comunicación entre ellos; también el sendero hacia la réplica está muy deteriorado y se imagina entonces, que alguno de sus familiares, por esquivar un excremento de perro, o algo así,  podría caer en uno de tantos baches, de los andenes o senderos y lesionarse.

Esa noche, Raquel se acuesta bastante malhumorada  — ¿Cómo podía tener tal infraestructura, un pueblo que se daba ínfulas de turístico?—.  Pensando en esto; se quedó dormida.

***

Es domingo, y un sol, que se levantó aperezado, envuelto en un velo de brumas, está ahora radiante y parece sonreír sobre las montañas del oriente antioqueño. Disfrutando de la agradable temperatura; hay decenas de personas de todas las edades; y según su aspecto y los acentos e idiomas que se escuchan, también, de diferentes lugares del mundo.

Raquel y su familia, recorren los hermosos senderos peatonales, rodeados de jardines, al lado de no menos magníficas ciclo-rutas, recientemente construidas. Ya recorrieron gran parte del parque ecológico, llenándose los pulmones de aire fresco, se detienen en un estratégico mirador, desde donde se divisa gran parte del Peñol. Allí, hablaron sobre el enorme potencial turístico que tiene el pueblo, por su ubicación, sus hermosos paisajes y la amabilidad de sus gentes; y de otros recursos no tan obvios. 

—Por ejemplo, estos pequeños gigantes— dice Raquel Señalando hacia el jardín aledaño al sendero, donde abejas, abejorros, avispitas, avispas y avispones, se deleitan con el néctar de hermosas flores, tales como: margaritas, dalias, petunias, amapolas, girasoles y rosas entre muchas otras, plantadas también, en antejardines y senderos por todo el pueblo.

—Estos pequeños— continúo Raquel, —son nuestros grandes promotores de turismo, a nivel nacional e internacional— todos la miraron con los ojos muy abiertos; y no faltó quien esbozara una sonrisa.

—Si, dijo Raquel con naturalidad;  —en este momento hay una gran demanda de miel de abejas, a escala planetaria y la nuestra, se cotiza entre las mejores mieles naturales del mundo; y es probable que sea así, porque que nosotros no fumigamos las plantas con químicos artificiales; lo hacemos con productos naturales, lo que hace que las abejas prefieran nuestras flores y la gente, nuestra miel— dijo esto, mientras caminaban hacia el centro, por la transversal 2da. ó calle del comercio, la que fue convertida a peatonal, hace ya algún tiempo, desde la carrera 19, hasta la carrera 15A,  con una ciclo-ruta perfectamente demarcada y señalizada.  Llegaron entonces, a un lugar con mesas al aire libre, sobre la vía; y decidieron, tomar un segundo desayuno, a unos metros de la ciclo-ruta.

Mientras entre risas compartían deliciosas empanadas, un grupo de personas pasó raudo, en bicicleta frente a ellos; algo del grupo, les llamó la atención a los familiares de Raquel, que se miraron entre si y exclamaron a la vez  — ¡¿Tom Cruise… y Emily Thomas?¡—

—Estoy seguro de que si son, entre otros — dijo Javier, primo de Raquel.

En ese instante, algo se le cayó a la supuesta Emily Thomas, quien sin darse cuenta, continuó con su grupo por la ciclo-ruta rumbo a la réplica, Emilio, otro de los familiares de Raquel, trató de llamarles la atención, mientras corría al lugar donde cayó el objeto; pero los paseantes no lo escuchan, entonces Emilio recoge el objeto y regresa al grupo.

— ¡Miren, es una gargantilla de oro con incrustaciones de esmeraldas¡—dice Emilio —Es muy costosa; tenemos que alcanzarlos para entregársela—.

Se apresuraron hacia un acopio de ciclas, que hace parte del sistema de ciclo rutas, y en sendos “caballitos de acero” emprendieron la persecución de las estrellas, continuaron por la Transversal 2 siguiendo la ciclo-ruta, que luego baja por la carrera 14, hasta empalmar con la troncal y por esta continúa, rumbo a la réplica. Cuando bajaban por la carrera 14 hacia la troncal; un grupo de ciclistas se había detenido, obstaculizando la circulación en ambos sentidos de la ciclo-ruta, pensaron que algo malo había ocurrido, entonces se bajaron para mirar de cerca y descubrieron el motivo: Una mamá pata, con 14 patitos en fila, lentamente cruzaba en diagonal la ciclo ruta, mientras meneaban graciosamente sus colitas al caminar, hacia un arroyo cercano.  Por fin cruzaron y la familia de Raquel pudo continuar en sus ciclas.  Cuando llegaron a la réplica, la plazoleta estaba atestada de gente, se presentaba en ese momento un grupo de música tropical; indagaron pero ya los propietarios de la joya, no estaban aquí; habían seguido por la ciclo-ruta que bordea la represa hasta llegar a la Casa Museo, por lo tanto decidieron que siguiera solo Emilio, tratando de alcanzarlos; ya que la tía Amanda, quería —Darse  una “bailadita mientras tanto, con esa música tan rica”—

Al llegar Emilio a la Casa Museo,  le informaron, que el grupo de artistas,  habían salido hacía muy poco, a dar un paseo en barco por el lago, pero que tenían pensado regresar por la misma ruta, hasta la réplica, donde serían recogidos por un helicóptero.

Entonces Emilio, se unió a un grupo de turistas, que recorría la Casa Museo, quedando maravillado con la historia allí congelada; pero lo que dejo grogui a Emilio, fue la guía turística, ésta tendría unos 20 años de edad, 1,75 de estatura, un cuerpo de magníficas y armoniosas proporciones, sus ojos, parecían dos retazos de cielo y su voz… ¡Oh su voz! Tan eufónica como el verano, en las cuatro estaciones de Vivaldi;  el no entendía lo que ella decía, solo era consciente del movimiento de esa boca; de esos carnosos y provocativos labios, que a todo parecían invitarlo;  era como si, Afrodita, se hubiese escapado del olimpo, y estuviese allí, frente a él.   Emilio estaba turulato.  En ese momento, alguien le avisó que había regresado el barco con sus estrellas a bordo, justo, cuando el recorrido por la Casa Museo estaba terminado.

Ya alguien le había comunicado al distinguido grupo, que Emilio los buscaba para algo importante. Recelosos se acercan a Emilio; pero cuando este les narró, las excitantes y divertidas peripecias, que afrontaron, él y sus familiares, para entregarles el objeto, que en ese momento saca de su bolsillo; la bella Emily Thomas, se lleva instintivamente su mano derecha, al lugar, donde debería estar tan valiosa joya y seguidamente, abraza a Emilio y lo besa en la mejilla.  Con una amplia sonrisa, Tom Cruise, también abraza a Emilio; y luego le dice:

—No te imaginas, el valor que esta joya representa para Emily, mi esposa, y para mí; es el símbolo de nuestro amor. Los dos escoltas de la pareja solo sonreían.

—Pide lo que quieras, estamos muy agradecidos contigo y tus familiares, a quienes ya quiero conocer; para agradecerles.

Emilio manifestó, que ni él ni sus familiares, estaban interesados en pedir ninguna  recompensa. Marina (la guía), que estaba cerca, le hizo un guiño de ojos a Emilio, en señal de aprobación; al tiempo que le regalaba su mejor sonrisa, este palideció de inmediato y casi pierde el equilibrio, la pareja de artistas lo notó; entonces Emily decidió, con la complicidad de Tom, invitar a Marina en su viaje de regreso a la réplica, en el teleférico (TURIPEÑOL), sistema este, que presta sus servicios entre el parque ecológico y la casa museo, con estaciones en varios lugares estratégicos, entre ellos, la réplica, Marina aceptó y así lo hicieron.

En la réplica, ya esperaba el helicóptero particular;  un Eurocopter 225 y una multitud al lado de Raquel y sus familiares, debido a que se había regado como pólvora, la noticia de la llegada de estos personajes, que antes habían pasado desapercibidos; ahora todos querían ver a las estrellas y a Emilio quien se había convertido en un héroe, éste, presentó su familia al grupo de Tom, quien a su vez dijo:

—Ya que no quieren aceptar ninguna recompensa; espero que no se nieguen a dar un vuelo sobre la represa con nosotros, me complacería mucho que nos acompañaran.

El grupo de Raquel y Marina quien ya parecía hacer parte dela familia, se miraron entre si y por unanimidad aceptaron dar el paseo con las estrellas.

La tarde estaba espléndida y mientras recorrían la enorme represa admirando la exuberante naturaleza, el sol ya se acercaba al ocaso y pintaba el paisaje de rojos, dorados y violetas; todos estaban extasiados disfrutando de ese magnífico crepúsculo vespertino.

***

Raquel, sintió que una voz lejana la llamaba repetidamente, cada vez más cerca y entonces reconoció la voz de su madre quien le dijo:

—Raquel, despierta y levántate; tienes mucho que hacer recuerda que hoy vienen tus tías, y primos de Medellín y quedaste de llevarlos a dar un paseo.

Raquel, se frotó los ojos; estiró su cuerpo mientras bostezaba y pensó en voz alta:

— ¡Al final, fue solo un sueño, pero, los hermosos paisajes y la calidez humana, sí son reales.¡—

—¡Oh, como quisiera que, todo, hubiese sido real!

FIN

Descargue aquí el texto completo: Encuentro con Estrellas

Comments are closed.

Visit Us On FacebookVisit Us On TwitterVisit Us On Youtube