Loñeple, el pueblo real al que quiero viajar

loñeple

 

Loñeple, el pueblo real al que quiero viajar

En medio del sin sabor de un largo y laborioso día, la noche permitía evocar en  mi mente aquellos recuerdos en los que solía escuchar historias narradas por la voz del ser que ha hecho posible mi existencia; pensar en ello nuevamente, recreaba la sonrisa de mi rostro que se iba dibujando a medida  que lo escuchaba entre el calor de la cena.

Las historias que él me contó hace algunos años, se impregnaban de un toque real; nunca me dijo que fueran ciertas, pero yo lo creí así. En la mayoría de veces, las horas se hacían cortas para tan gran descripción de los mágicos lugares. Siempre quise estar en uno de ellos. Hace treinta y ocho años murió mi padre y hoy sólo me acompaña su bello recuerdo y una nota que con escasos garabatos había escrito para mí.

Sé que te fascinaba escuchar mis pocas historias, tantas veces fuera posible, es por eso que quiero que vayas al pueblo donde nací para que veas lo que siempre imaginaste como verdadero, pero tómate tu tiempo, empaca tus cosas en una maleta grande, quédate un tiempo justo; si es para ir hoy y volver mañana, mejor no lo hagas. Estas eran las últimas palabras que tenía en la mente sobre mi padre y las únicas que tenía escritas, tal vez por esto, consideré que era necesario suspender el agitado ritmo de mi vida y darme la oportunidad de conocer las maravillas que estaban más allá de la cárcel con jardines de pavimento, en  los que transcurría mi aburrida vida.

Mi vida era un completo encierro y solitario existir, pero quería volver a los viajes que realicé con mi padre sin salir de la sala de casa, pues él no tuvo dinero para llevarme a ningún lado, pero sus palabras se transformaron en  el transporte para llegar a muchos destinos.

Ya estaba decidido, todo estaba en las debidas condiciones para dar paso al nuevo rumbo. El viaje no tomó mucho tiempo, pareciera que  las ansias de llegar habían acortado el recorrido. Al estar allí, recordé como mi padre siempre  pronunciaba el nombre del pueblo a manera de clave. Loñeple, así era como lo llamaba.

Con mirada fija en cada detalle de las calles, los autos, la flora y  la gente, logré identificar grandes similitudes con los relatos que mi padre me había dejado como herencia, definitivamente lo que me había contado durante años era real, su vida en el pueblo, la había traducido al mundo de la ficción para alegrar mis noches. No todas las historias que me contó fueron de agrado, no todas eran con final feliz, pero lo que las hacía especiales era el detalle, la descripción hasta de la más mínima flor y la  jugosidad que contenía para llevar a la máxima de la catarsis. Se trataba de un hecho que ablandaba hasta el más rocoso corazón, que conducía a la introspección de la memoria de toda una comunidad.

¡Son reales! Es lo que vaga en mi interior y lo que más me deleita, pues ahora puedo habitar el lugar que amé con grandes ilusiones. Vine para quedarme, no uno o dos días, sino toda la vida. Aquí puedo construir, aportar y compartir desde lo que soy, desde lo que tengo, siempre agradecida con los paisajes y la gente que dio la bienvenida.

Ahora tengo una pequeña casa con una vista excepcional, a la derecha un pequeño cultivo de frutos rojos producido por una familia humilde, a la izquierda en el fondo una piedra que parece con dos hijos injertos encima, al frente con una colina espesa de árboles y al lado trasero, un guayabal.

En las tardes, cuando se está ocultando el sol, me siento en el corredor y me dejo llevar por el teatrillo que las sombras del entorno realizan, es todo un baile que se genera con la música del viento que me ha traído a estas tierras, en las que nació mi padre y en las que posiblemente moriré. Mi narrador favorito descansa acompañado de otros cuerpos fríos, inertes, pero las historias nunca terminan, pues aquí,  hasta las hojas secas  y la maleza marchita tiene algo por decir.

Descargar el texto completo aquí: Loñeple, el pueblo real al que quiero viajar

Comments are closed.

Visit Us On FacebookVisit Us On TwitterVisit Us On Youtube