Un misterioso encuentro con la felicidad
Un misterioso encuentro con la felicidad
Al iniciar el amanecer, Thomas se despertó, miró por la ventana y le sorprendió mucho lo que pudo ver; no era su barrio, su ciudad o su país, no vio a nadie conocido, estaba en una rústica casita de ladrillos, paseó su mirada alrededor de la casa y no había ninguna pista, ninguna señal que le indicara dónde estaba. Cuando salió a la carretera notó que nadie hablaba en su idioma y eran todos muy bajitos. Lo único que reconoció fue un lago que un día había visto en su computador. No sabía hacia dónde ir, pensaba que quizás fuera un sueño pero esa creencia desapareció cuando se tropezó con un pequeño perrito y sintió el dolor a caerse en el pavimento ardiente, fue entonces cuando se dio cuenta de esta era la vida real y corrió muy asustado hacia un bosque de pinos, allí lloró un buen rato, reflexionó y se dispuso a encontrar respuestas.
Anduvo un rato por el pueblo y encontró a una sola persona que entendía su idioma, de inmediato Thomas le preguntó dónde estaba pero no le respondió, repitió su pregunta una y mil veces sin obtener respuesta alguna, se vio obligado a aprender el idioma de ese lugar y en unas semanas pudo comunicarse con cualquier habitante de ese lugar que le resultaba tan extraño.
Recorrió todo el pueblo sin obtener respuestas concretas de la ubicación geográfica de ese lugar; fue al museo y un hombre le rebeló maravillosos secretos sobre este edificio como conversar con alguien de un lado del edificio al otro sin tener que gritar, también recorrió con un submarino las profundidades del lago que había visto donde se encontraba el pueblo que un día estuvo habitado y que ahora nadie transitaba por sus calles, pero de alguna manera aún estaba vivo.
Se había olvidado de su familia por un buen rato pero cuando en su cabeza se asomó el pensamiento de contactarlos entró en acción y fue en busca de un teléfono cuando por fin lo tuvo en las manos los llamó enseguida y les pidió que lo buscaran pero no sabía en dónde. Y así en un universo en el que se encontraba la Vía Láctea que contenía un sistema solar que este a su vez tenía un planeta llamado tierra en el que había un continente cuyo nombre era Asia donde había un país que se llamaba Afganistán en el que se encontraba un pueblo llamado Kabul, comenzó la búa queda de Thomas.
Mientras que su búsqueda se llevaba a cabo, Thomas pasó mucho rato conociendo el pueblo que su nombre era El Peñol y conoció mucho de su cultura, gastronomía, celebraciones… Gracias a un guía que se dedicó a enseñarle todo esto.
Habían pasado ya dos meses desde la desaparición de Thomas y aún no tenían pistas sobre su paradero, al final, después de muchas semanas de buscarlo su familia perdió la fe de que algún día pudieran encontrarlo, solo su hermana tenía esa dedicación y amor que se necesitaba para seguir buscándolo por cielo y tierra, recorrió casi todo el mundo hasta que se encontró con un país llamado Colombia, allí todos eran muy alegres y divertidos. Recorrió todo el país y notó que muchas personas hablaban maravillas sobre un lugar llamado El Peñol, sintió mucha curiosidad y fue a visitar este lugar.
Thomas, por su parte se estaba acostumbrando al ambiente del lugar, ya no se enfermaba tanto por el cabio de clima y El Peñol le agradaba mucho más.
Su hermana; Teresa ya se encontraba en El Peñol, cuando llegó la recibieron muy bien y el mismo guía turístico que le había mostrado a Thomas tantas maravillas de ese pueblo le enseñó lo mismo a Teresa y un poco más. Teresa se sorprendió al saber la historia de ese maravilloso lugar.
Thomas se creía ya habitante del pueblo; llevaba a cabo eventos culturales, guaba a los turistas y consideraba a este pueblo su hogar.
Poco tiempo después el mismo guía hizo que tanto Thomas como Teresa asistieran al encuentro de bandas que se llevaría a cabo ese fin de semana en el centro del pueblo.
Teresa t Thomas por fin se encontraron en el evento pero al principio no se reconocieron pero después de un rato de charla, Thomas llegó a la conclusión de que ella era su hermana, se abrazaron, lloraron y hablaron mucho tiempo sobre lo sucedido durante estos 8 meses que no estuvieron en contacto.
Teresa estaba muy sorprendida al saber que por fin había encontrado al hermano que su familia creía muerto, se llenó de una felicidad inmensa y casi se le sale un grito de alegría y de victoria.
Ahora que estaban juntos y a salvo, tenían que irse porque al fin y al cabo para esto fue su hermana hasta ese pueblo pero Thomas no podía irse después de conocer ese pueblo tan maravilloso, allí podía ser el mismo y no dejaría que nadie le arrebatara ese sentimiento tan bonito que nunca había podido experimentar hasta su misteriosa y valerosa llegada a este pueblo llamado El Peñol.
Su hermana tampoco se adaptaba a la idea de abandonar ese lugar lleno de maravillas pero… ¿Qué dirían sus padres?
Teresa había recorrido casi todo el mundo y en ningún lugar se había sentido tan cómoda, ella y Thomas decidieron quedarse allí.
Gracias a la tecnología y a mucho esfuerzo para poder contactar a sus padres les explicaron su situación y les hicieron saber sobre la decisión tomada sobre quedarse en El Peñol.
Pasó un tiempo desde la llegada definitiva de Teresa y Thomas al pueblo y Teresa se había enamorado tanto del pueblo que quería que otros lo hicieran también, así que se convirtió en guía turística.
Thomas disfrutaba resolviendo misterios sobre El Peñol, el único misterio que no puedo resolver fue su llegada allí pero el disfrutaba cada día de su vida ahí, en esa casa, en ese pueblo, en ese departamento, en ese país, en ese continente, en ese planeta, en ese sistema solar, en esa galaxia y en ese universo.
Descargue el texto completo aquí: UN-MISTERIOSO-ENCUENTRO-CON-LA-FELICIDAD